Una agrupación, bajo sospecha de ser apoyada por un gobierno, vulneró la seguridad de los sistemas de FireEye robando varias aplicaciones usadas para análisis de vulnerabilidades.
Dichas herramientas son utilizadas para realizar análisis investigativos, usando ataques conocidos por agrupaciones de ciberdelincuentes y mejorar la ciberseguridad de los clientes.
Muchas de estas herramientas están disponibles para el público en general pero existen otras que por su comportamiento (evadir controles de ciberseguridad) se encontraban aisladas para uso únicamente ético.
Hasta el momento no se reportan afectaciones mediante el uso de las herramientas sustraídas; FireEye, por su parte, ha publicado contramedidas para que sus clientes puedan protegerse de los posibles ataques usando estos programas.